Te proponemos una completa visita a Palencia a lo largo de un fin de semana, en la que tendrás tiempo para conocer el interesante patrimonio monumental que alberga la ciudad, pasear por sus calles y relajantes espacios naturales y disfrutar de la gastronomía y del ocio. ¡Esperamos que lo disfrutes!
Palencia en un Fin de Semana
Palencia en un Fin de Semana / Viernes Un buen comienzoUn buen comienzo para la visita será la Catedral, conocida popularmente como “La Bella Desconocida” y que se sitúa en los tres primeros puestos en las clasificaciones de catedrales más grandes de España. Merece la pena disfrutar de sus cinco puertas de acceso: la de San Antolín, la de los Reyes o San Juan, la de los Canónigos, la de los Novios y la del Obispo, aunque es por las dos últimas, situadas en la Plaza de Inmaculada, por las que normalmente se accede a su interior.
Una vez dentro, comprenderás la magnitud artística que abarca este templo, desde la Cripta, con restos visigodos del siglo VII y románicos del siglo XI, hasta sus reformas actuales, pasando por ejemplos góticos como El Cristo de las Batallas del siglo XII, las obras pictóricas de Berruguete o El Greco, el excepcional retablo del Altar Mayor con pinturas de Juan de Flandes, o el tríptico del trascoro, sin olvidar la impresionante colección de tapices y de orfebrería religiosa con la que cuenta el Museo Catedralicio.
Encaminándose por la Calle Jorge Manrique, llegarás a la Calle Mayor, centro neurálgico comercial de la cuidad. Tiene casi un kilómetro totalmente peatonal y está porticada, protegiendo a los transeúntes de los rigores del clima y sosteniendo los clásicos miradores.
Palencia también es un lugar para el turismo gastronómico. La mayoría de los bares de tapas se sitúan en el centro, en los alrededores de la Plaza y la Calle Mayor o el Paseo del Salón. Si son típicas por sus compras, también lo son para tomar un aperitivo. Es muy agradable sentarse en cualquiera de sus terrazas, que animan el ir y venir diario.
A la hora de comer, podrás disfrutar de nuestra variada restauración, con productos gastronómicos frescos de la zona con maravillosos y variados restaurantes. Para cenar, se puede ir a los restaurantes y bares de tapas de la zona centro y acabar en la Zona del Seminario, ideal para después de cenar. Y ya que es fin de semana, puedes tomar algo en la “Zona”, en torno a las calles Puebla, Estrada, Rizarzuela y la Iglesia de San Lázaro, donde la oferta hostelera es variada.
Un buen comienzo para la visita será la Catedral, conocida popularmente como “La Bella Desconocida” y que se sitúa en los tres primeros puestos en las clasificaciones de catedrales más grandes de España. Merece la pena disfrutar de sus cinco puertas de acceso: la de San Antolín, la de los Reyes o San Juan, la de los Canónigos, la de los Novios y la del Obispo, aunque es por las dos últimas, situadas en la Plaza de Inmaculada, por las que normalmente se accede a su interior.
Una vez dentro, comprenderás la magnitud artística que abarca este templo, desde la Cripta, con restos visigodos del siglo VII y románicos del siglo XI, hasta sus reformas actuales, pasando por ejemplos góticos como El Cristo de las Batallas del siglo XII, las obras pictóricas de Berruguete o El Greco, el excepcional retablo del Altar Mayor con pinturas de Juan de Flandes, o el tríptico del trascoro, sin olvidar la impresionante colección de tapices y de orfebrería religiosa con la que cuenta el Museo Catedralicio.
Encaminándose por la Calle Jorge Manrique, llegarás a la Calle Mayor, centro neurálgico comercial de la cuidad. Tiene casi un kilómetro totalmente peatonal y está porticada, protegiendo a los transeúntes de los rigores del clima y sosteniendo los clásicos miradores.
Palencia también es un lugar para el turismo gastronómico. La mayoría de los bares de tapas se sitúan en el centro, en los alrededores de la Plaza y la Calle Mayor o el Paseo del Salón. Si son típicas por sus compras, también lo son para tomar un aperitivo. Es muy agradable sentarse en cualquiera de sus terrazas, que animan el ir y venir diario.
A la hora de comer, podrás disfrutar de nuestra variada restauración, con productos gastronómicos frescos de la zona con maravillosos y variados restaurantes. Para cenar, se puede ir a los restaurantes y bares de tapas de la zona centro y acabar en la Zona del Seminario, ideal para después de cenar. Y ya que es fin de semana, puedes tomar algo en la “Zona”, en torno a las calles Puebla, Estrada, Rizarzuela y la Iglesia de San Lázaro, donde la oferta hostelera es variada.
Palencia en un Fin de Semana / Sábado Disfruta de la ciudad
En la Plaza Isabel la Católica se encuentra la Iglesia de Ntra. Sra. de la Calle, de estilo Jesuítico, por lo que también recibe el nombre de “La Compañía”, donde se venera a la Patrona de Palencia, conocida popularmente como “La Morenilla”.
Desde aquí, tomando la calle General Amor, llegarás a la Iglesia gótica de San Miguel, situada en el antiguo barrio judío, perteneciente a los S.XII y XIII, en la que es de destacar su bellísima torre, y de la que los palentinos cuentan con orgullo que fue donde el Cid se casó con Doña Jimena. En esta Iglesia bautizan al Niño Jesús cada 1 de enero, siendo este acontecimiento Fiesta de Interés Turístico Nacional.
Al salir por la puerta principal te encuentras con la orilla del río Carrión, desde donde puedes obtener una de las mejores panorámicas de la Iglesia. En la margen derecha, con acceso a través del puente, está el Parque Isla Dos Aguas, delimitado por el cauce natural del río y el cuérnago, que en su día suministró agua a los batanes de las populares fábrica de mantas.
Al final de la Avenida Castilla, popularizada como la orilla del río, se llega a otro de los puentes que tenemos sobre el río Carrión, el Puente de Abilio Calderón, más conocido como el Puente de Hierro, que recuerda el auge burgués de principios del siglo XX. A la izquierda, y paralela a la Calle Mayor Antigua, vuelves a encontrar la Calle Mayor, arteria de la ciudad que ya reflejó Juan Antonio Bardem en su película Calle Mayor de 1956, cuyo rodaje empezó aquí. Si sigues andando, llegarás a la Plaza Mayor, donde se encuentra el Ayuntamiento, edificio neoclásico de finales del siglo XIX.
Cruzando los soportales de esta Plaza, se halla el Mercado de Abastos, construido en 1898 y donde podrás encontrar gran variedad de productos gastronómicos que ofrece Palencia: desde la morcilla, el lechazo o las truchas, hasta productos de temporada como los caracoles o los guisantes. Puedes terminar tus compras con una buena hogaza de pan, rosquillas de palo u hojuelas.
Si has venido a Palencia no puedes dejar de ver el Museo de Palencia, situado en la Casa del Cordón, edificio del S.XVI, y en el que puedes admirar una impresionante colección de piezas arqueológicas desde la Prehistoria hasta la Edad Media. No olvides aprovechar tu estancia para pasear por los innumerables parques de la ciudad, que hacen de Palencia una de las primeras ciudades con zonas verdes de España por número de habitantes.
También puedes acercarte a la Huerta de Guadián, cuyo nombre, para los que no la conocen, no se refiere al Guardián de la Huerta, sino al apellido de la familia propietaria del terrero hasta que fue vendido al municipio a mediados del siglo XIX. Es un verdadero vivero de árboles, entre los que destaca la Iglesia románica de San Juan Bautista, de una sola nave, trasladada y reconstruida piedra a piedra desde el pueblo de Villanueva del Río, anegado por las aguas del embalse de Aguilar. Su interior alberga el Punto de Información del Románico, verdadera lanzadera para conocer el románico de la provincia de Palencia.
Muy cerca te vas a encontrar con el Paseo del Salón de Isabel II, parque romántico de la ciudad, emplazado en los antiguos terrenos de un convento de Carmelitas, en el que encontrarás gran cantidad de flora y bonitos paseos.
Disfruta de la ciudad
En la Plaza Isabel la Católica se encuentra la Iglesia de Ntra. Sra. de la Calle, de estilo Jesuítico, por lo que también recibe el nombre de “La Compañía”, donde se venera a la Patrona de Palencia, conocida popularmente como “La Morenilla”.
Desde aquí, tomando la calle General Amor, llegarás a la Iglesia gótica de San Miguel, situada en el antiguo barrio judío, perteneciente a los S.XII y XIII, en la que es de destacar su bellísima torre, y de la que los palentinos cuentan con orgullo que fue donde el Cid se casó con Doña Jimena. En esta Iglesia bautizan al Niño Jesús cada 1 de enero, siendo este acontecimiento Fiesta de Interés Turístico Nacional.
Al salir por la puerta principal te encuentras con la orilla del río Carrión, desde donde puedes obtener una de las mejores panorámicas de la Iglesia. En la margen derecha, con acceso a través del puente, está el Parque Isla Dos Aguas, delimitado por el cauce natural del río y el cuérnago, que en su día suministró agua a los batanes de las populares fábrica de mantas.
Al final de la Avenida Castilla, popularizada como la orilla del río, se llega a otro de los puentes que tenemos sobre el río Carrión, el Puente de Abilio Calderón, más conocido como el Puente de Hierro, que recuerda el auge burgués de principios del siglo XX. A la izquierda, y paralela a la Calle Mayor Antigua, vuelves a encontrar la Calle Mayor, arteria de la ciudad que ya reflejó Juan Antonio Bardem en su película Calle Mayor de 1956, cuyo rodaje empezó aquí. Si sigues andando, llegarás a la Plaza Mayor, donde se encuentra el Ayuntamiento, edificio neoclásico de finales del siglo XIX.
Cruzando los soportales de esta Plaza, se halla el Mercado de Abastos, construido en 1898 y donde podrás encontrar gran variedad de productos gastronómicos que ofrece Palencia: desde la morcilla, el lechazo o las truchas, hasta productos de temporada como los caracoles o los guisantes. Puedes terminar tus compras con una buena hogaza de pan, rosquillas de palo u hojuelas.
Si has venido a Palencia no puedes dejar de ver el Museo de Palencia, situado en la Casa del Cordón, edificio del S.XVI, y en el que puedes admirar una impresionante colección de piezas arqueológicas desde la Prehistoria hasta la Edad Media. No olvides aprovechar tu estancia para pasear por los innumerables parques de la ciudad, que hacen de Palencia una de las primeras ciudades con zonas verdes de España por número de habitantes.
También puedes acercarte a la Huerta de Guadián, cuyo nombre, para los que no la conocen, no se refiere al Guardián de la Huerta, sino al apellido de la familia propietaria del terrero hasta que fue vendido al municipio a mediados del siglo XIX. Es un verdadero vivero de árboles, entre los que destaca la Iglesia románica de San Juan Bautista, de una sola nave, trasladada y reconstruida piedra a piedra desde el pueblo de Villanueva del Río, anegado por las aguas del embalse de Aguilar. Su interior alberga el Punto de Información del Románico, verdadera lanzadera para conocer el románico de la provincia de Palencia.
Muy cerca te vas a encontrar con el Paseo del Salón de Isabel II, parque romántico de la ciudad, emplazado en los antiguos terrenos de un convento de Carmelitas, en el que encontrarás gran cantidad de flora y bonitos paseos.
Palencia en un Fin de Semana / Domingo Para despedirse
Para comenzar el día, puedes acercarte al cerro del Otero. Aquí encontrarás una ermita de tres naves, en cuyo interior está enterrado Victorio Macho, escultor del Cristo, uno de los símbolos de la ciudad, dentro puedes visitar el Centro de Interpretación del autor. En este pintoresco escenario, se celebra en abril la romería de Santo Toríbio, declarada Fiesta de Interés Turístico Regional. Desde el mirador puedes ver uno de los más impresionantes paisajes de la región.
Después puedes visitar el Canal de Castilla, una de las obras de ingeniería civil más importantes de finales del siglo XVIII y cuyos 207 kilómetros, con un desnivel de 150 metros, fueron construidos para facilitar el transporte de trigo de Castilla. En la Dársena, en una de las naves que se utilizaban para almacenamiento del cereal, el Ayuntamiento ha ubicado el Museo del Agua, un espacio de entretenimiento para todos los públicos. A unos tres minutos puedes visitar la esclusa de Viñalta, que permite ver el complejo sistema hidráulico ideado para que las barcazas salvaran el desnivel.
Si continúas encontrarás el comienzo el Monte El Viejo. Nada más gratificante que un paseo por sus caminos que, con una elevación aproximada de 850 metros de altitud, y 1434 hectáreas, se ha convertido en el verdadero pulmón de la ciudad. Propiedad del municipio desde que fue adquirido al rey Alfonso VII en 1191, los aprovechamientos económicos de sus recursos han dado paso en la actualidad a su uso para el ocio de los palentinos, con varias zonas de recreo, circuitos e instalaciones deportivas. Espacio natural de bosque mediterráneo, el paseo transcurrirá fundamentalmente entre encinas, quejigo, jara y tomillo.
Para despedirse
Para comenzar el día, puedes acercarte al cerro del Otero. Aquí encontrarás una ermita de tres naves, en cuyo interior está enterrado Victorio Macho, escultor del Cristo, uno de los símbolos de la ciudad, dentro puedes visitar el Centro de Interpretación del autor. En este pintoresco escenario, se celebra en abril la romería de Santo Toríbio, declarada Fiesta de Interés Turístico Regional. Desde el mirador puedes ver uno de los más impresionantes paisajes de la región.
Después puedes visitar el Canal de Castilla, una de las obras de ingeniería civil más importantes de finales del siglo XVIII y cuyos 207 kilómetros, con un desnivel de 150 metros, fueron construidos para facilitar el transporte de trigo de Castilla. En la Dársena, en una de las naves que se utilizaban para almacenamiento del cereal, el Ayuntamiento ha ubicado el Museo del Agua, un espacio de entretenimiento para todos los públicos. A unos tres minutos puedes visitar la esclusa de Viñalta, que permite ver el complejo sistema hidráulico ideado para que las barcazas salvaran el desnivel.
Si continúas encontrarás el comienzo el Monte El Viejo. Nada más gratificante que un paseo por sus caminos que, con una elevación aproximada de 850 metros de altitud, y 1434 hectáreas, se ha convertido en el verdadero pulmón de la ciudad. Propiedad del municipio desde que fue adquirido al rey Alfonso VII en 1191, los aprovechamientos económicos de sus recursos han dado paso en la actualidad a su uso para el ocio de los palentinos, con varias zonas de recreo, circuitos e instalaciones deportivas. Espacio natural de bosque mediterráneo, el paseo transcurrirá fundamentalmente entre encinas, quejigo, jara y tomillo.