Romería de Santo Toribio
Fiesta Declarada de Interés Turístico Regional, con la popular "Pedrea del pan y el quesillo" junto al Cristo del Otero.
Cada año, desde hace siglos, el domingo más cercano al 16 de abril, Palencia celebra su Pedrea del Pan y el Quesillo.
Esta tradicional costumbre tiene su punto álgido en el lanzamiento, desde el balcón de la ermita de Santo Toribio, de miles bolsas con pan y queso a los miles de asistentes que se dan cita en la romería. De ese modo, se recrea el apedreamiento que, según la leyenda, sufrió el santo, cuando llegó a Palencia para predicar contra la herejía priscilianista.
Dice la tradición que el santo fue lapidado y que debió buscar refugio en una oscura gruta enclavada a los pies del cerro del Otero (donde se emplaza ahora la escultura de Cristo más grande nuestro país). Días después, las fuertes lluvias causaron la crecida del río Carrión y la completa inundación de las calles de la ciudad, que los palentinos atribuyeron a un castigo divino. Atemorizados, renegaron de la herejía y rogaron al santo para que hiciera descender el caudal. Y así fue, el canal descendió y, en reconocimiento a su auxilio, Santo Toribio fue nombrado segundo patrono de la ciudad.
Con esta tradicional fiesta los palentinos conmemoran el arrepentimiento de sus antepasados y su abandono del priscilianismo. La romería, que fue declarada de Interés Turístico Regional en el año 2005, comienza con la procesión que la Peña de Santo Toribio emprende desde la Iglesia de San Ignacio y Santa Inés hasta el templo, donde se celebra cada año la misa.